¡Qué tierno el microrrelato y qué soledad la suya, Sergio! En una magistral frase has construido una historia de amor maravillosa. Me has conmovido. Dicen que eres lo que lees. Yo creo que también eres lo que escribes. Me ha encantado. Gracias por este blog tan escondido. =) Carol Abrazos de oso.
El robot humanoide se enamoró de una mujer de carne y hueso. El romance fue tórrido y breve. Ella lo abandonó a causa de una disfunción en su reactor de fusión nuclear de bolsillo. Sergio F. S. Sixtos Arte de Rudy Jan Faber.
La mofeta negra llegó al Palacio de las blanquísimas mofetas la noche de carnaval. La música paró, las mofetas blancas la observaron curiosas. La nobleza se reunió con la reina y deliberó: “No se permitirá a una vulgar mofeta azabache degenerar nuestra hermosa blancura.” La mofeta sastre diseñó y cortó para Su Majestad Imperial, un hermoso abrigo negro y terso. Sergio F. S. Sixtos
¡Qué tierno el microrrelato y qué soledad la suya, Sergio! En una magistral frase has construido una historia de amor maravillosa.
ResponderEliminarMe has conmovido.
Dicen que eres lo que lees.
Yo creo que también eres lo que escribes.
Me ha encantado. Gracias por este blog tan escondido. =)
Carol
Abrazos de oso.
Gracias Carol, ojalá y sea congruente con lo que leo y escribo. un abrazo.
EliminarConcuerdo con Carol, con pocas palabras dices mucho,un saludo
ResponderEliminarGracias. ;)
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